La relevancia de las ayudas al campo y la ganadería

La relevancia de las ayudas al campo y la ganadería
Estímulo económico y rural
Las ayudas de programas como la PAC, FEADER o fondos LEADER-FEDER fomentan el emprendimiento rural, revitalizan pueblos y apoyan iniciativas agroalimentarias, turísticas y culturales. Por ejemplo, en Cuenca, ayudas del 65‑90 % impulsan gastrobares, bodegas y alojamientos rurales, creando empleo y freno a la despoblación.
Seguridad frente a riesgos
El seguro agrario (Agroseguro), respaldado por subvenciones, cubre efectos devastadores de sequías, granizo o heladas. En Castilla‑La Mancha, solo los que contrataron seguro recibieron compensación tras la granizada.
Apoyo al relevo generacional
Regiones como la Comunidad Valenciana destinan 29 M € para facilitar la incorporación de jóvenes al campo, con ayudas de hasta 80 000 €, impulsando el repoblamiento y reduciendo el envejecimiento del sector.
Estabilidad en tiempos de incertidumbre
Castilla‑La Mancha advierte de que, sin fondos de la PAC (663 M € en 2024), el campo perdería rentabilidad y estabilidad, especialmente ante tensiones comerciales y reticencias europeas.
Apoyo formativo y sostenible
Subvenciones como el programa Cultiva 2025 (1,2 M €) ofrecen estancias formativas para jóvenes agricultores y ganaderos, mejorando sus conocimientos técnicos y sostenibles.
Las ayudas al sector agrario y ganadero son fundamentales para:
- Mantener el medio rural vivo y próspero
- Asegurar ingresos estables y compensaciones
- Atraer y preparar a nuevas generaciones
- Impulsar la sostenibilidad ambiental
- Garantizar la seguridad alimentaria y la competitividad
Las subvenciones no son gastos: representan una inversión en el futuro del campo, de la alimentación y del territorio.
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