Buenas prácticas en el cultivo, el ensilado y en el manejo de los silos para reducir la presencia de micotoxinas
Las micotoxinas las producen unos hongos que crecen en los silos de forraje y en los cereales en condiciones de humedad y de oxigeno. Pueden provocar importantes daños en la salud de las vacas y en la salud humana.
Las vacas tienen capacidad para metabolizar un porcentaje de las micotoxinas sin sufrir daños, aunque el riesgo depende de su concentración, la combinación de varias micotoxinas y del tiempo de exposición del animal.
Es muy importante establecer y aplicar un protocolo de actuación que evite el crecimiento de las micotoxinas.
Medias de prevención:
- Evitar el estrés de la planta por baja fertilidad de la tierra, daños por insectos, sequía, exceso de humedad u otras dolencias.
- Evitar también el estrés durante la cosecha: cosechas tardías, ensilar maíz demasiado seco o el llenado lento del silo.
- Una altura baja de corte incrementa el contenido en cenizas (clostridios y enterobacterias), y por lo tanto el riesgo de micotoxinas. Una solución de compromiso es cortar la hierba a una altura de entre 6,5 y 7,5 centímetros, con el cual también evitaríamos la parte menos digestible y nutritiva de la hierba.
- Compactar entre 230 y 270 kilogramos de materia seca de silo de maíz por metro cúbico.
- La capa que se extiende para pisar no debe tener más de 15 centímetros de grosor.
- Evitar acumulaciones y agujeros.
- Evitar que la fuerza debida a la comprensión se disperse hacia los lados.
- El final de los silos no debe ser en pico, sino en una línea casi recta con una ligera elevación en medio, para evitar que entre más oxígeno por los laterales.
- Es recomendable utilizar plástico en las paredes del silo para prevenir el deterioro del forraje.
Fuente: campogalego.com
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